No sabes lo que daría
si no te hubiera conocido,
por quererte como ahora
pero sin nunca haberte visto.
No sabes lo que tendría
si ya te hubiese perdido,
entre el mar o el cielo,
entre el inmenso e infinito olvido.
Para mis padres y mis hijas, la raíz y ramas de un tronco. Dos generaciones para las que en su fin y su principio he deseado esa paz que necesitan. Unos para descansar y otras para emprender ese camino largo... que debiera ser recto y seguro para alcanzar sin sufrimientos su descanso
1 comentario:
¡Y bien que la padecemos!
Barjacoba es uno de nuestros tesoros más desconocidos.
Gran vídeo, Kiko
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